martes, 18 de agosto de 2009

Hablemos de aviones

NOTI54~1



Hoy os vengo a hablar de estos inmensos aparatejos que nos permiten volar a sitios lejanos en horas. El hombre siempre ha querido volar, de hecho siempre ha querido hacer todo aquello que, por naturaleza, no podía hacer. No somos tan diferentes a los de “Venga chicos vamos a volar!” (mis adorados pingüinos fanáticos de la estadística). Y nada, pues el hombre voló, porque si una cosa tenemos, es la tenacidad también dicha terquedad.



Pero, como cualquier invento humano, los aviones y aeropuertos son sitios curiosos y, por experiencia propia, son lugares en los que nunca puedes dar nada por hecho. ¿Que crees saber qué te van a pedir en un control de seguridad? No te mates, seguro que haces algo mal o te piden algo que nunca antes te habían pedido. Si no te quitas las bambas, te las hacen quitar, pero si te las quitas verás que al de detrás tuyo no se las hacen quitar. ¿Que uno te dice que pongas incluso el bolso en la caja de plástico/pipiroom de gatos? En el siguiente aeropuerto te mirarán como a un terrorista como se te ocurra ponerlo dentro. ¡Perdón, perdón!, tendrás ganas de gritarle suplicante al poli. Porque no hay polis que den más cague que los del aeropuerto aunque si te paras a pensar no tiene mucho sentido que así sea. ¿Que te va a hacer? ¿Hacerte tirar la botellita de agua a la basura?



Unos te pedirán la tarjeta de embarque y el dni/pasaporte miles de veces, hasta te harán una foto para ver si luego, cuando subas al avión, que? no te hayas hecho la cirugía estética en los baños? O_O



No sé, parece ser la lucha por a ver quien la monta más gorda o algo así…



Pero, para mi, el sitio que gana en curiosidad, por llamarlo de algún modo, es el avión en si y su reducido espacio. Algún día, juro, que cuando los tripulantes de cabina (o algo así es como llaman a las azafatas y azafatos de toda la vida) terminen de contar, hacer el mimo, lo de las medidas de seguridad, me levantaré de mi asiento y pediré que me demuestren como, en clase turista, midiendo 1,72 centímetros, puedo adoptar la posición de seguridad para aterrizajes de emergencia, que viene en el manual que recomiendan que leas. Porque oye, o le pido entrenamiento al fumanchú de Ocean’s Eleven o no me veo yo capaz de hacerlo.

5 comentarios:

Eva dijo...

Jajajajaja y no eres de las más grandes!!!

Como se te ocurra volar con air nostrum las puedes pasar putas, recuerdo un día que un chaval hizo cambiar a los de la primera fila porque literalmente no cabía :D

Si yo te contara de los aeropuertos... anda que no llevo yo recorrido ni ná :D

El truco está en sacarte la tarjeta de embarque por internete y pillarte las salidas de emergencia :d que tienen un poco más de espacio. Y pillarte pasillo, que así puedes sacar las piernas al pasillo (aunque corres el riesgo de que te las arranquen al pasar con el carrito de las bebidas :D)

Deprisa dijo...

yo sólo he volado una vez, pero es que esto de estar casado con alguien que les tiene pánico no hace si no limitarte los viajes y eso que el de Novios lo hicimos en autobús, XDDD

Mundillo dijo...

Nada, nada, que los aviones son como una aventura más en cualquier viaje. Nunca sabes lo que va a ocurrir o por donde te van a salir los que trabajan allí.

Promobamos el PATINETE para viajar xD

Lorena dijo...

Hola!! Yo cojo unos 40 vuelos al año, así que comprendo perfectamente lo que dices.

Además, yo soy de las que llegan a la facturación justitas, de modo que en cuanto facturo (la tarjeta me la saco en casa), salgo corrieeeendo a pasar el control de seguridad porque ya va a salir mi avión!

Por el camino me voy quitando el reloj, los pendientes, etc. (el cinturón directamente no me lo pongo hasta que aterrizo). Cuando llego a la cola, me cuelo aprovechando que esos pobres inocentes están cogiendo sus bandejas y paso a toda leche, mientras me quito los zapatos y los dejo en la cinta mientras mentalmente voy pensando: "vamos, vamos, vamos, vamos!!". ¡Todo un show!

Besos!

Mundillo dijo...

Jajajaja lo tuyo es un perfeccionamiento puro y duro!